Novelas de misterio
que abren el apetito
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Novelas de misterio
que abren el apetito
Si estás aquí, seguramente es porque te gusta más un buen misterio que un buen vino… ¡ay, perdón! digo que te gusta tanto como un buen vino.
Y eso te hace de los míos, de los que nos encanta la última página en la que se desvela el misterio tanto como el último bocado de una deliciosa comida. Pero si estás aquí, es porque quieres saber quién soy yo.
¿Has pensado en escribir un libro, pero no sabes por donde empezar?
¿Tienes una idea y no sabes como desarrollarla?
¿Terminaste tu novela y te gustaría saber qué opciones existen para publicarla?
Cuando escribo busco aire, café y ruido de fondo.
Una calle, el parque, el mercado son lo primero y al mismo tiempo lo último. Caminar es el pretexto para ser, para dar espacio a la trama, para respirar el mismo aire que mis personajes y hasta para tropezarme con ellos.
Es andar para convocarlos y sentarme en los cafés para conocerlos.
Apoyar la pluma en la libreta me conecta con la trama. A veces escribo en volandas, sin ver nada más, sin escuchar el ruido a mi alrededor; con el aire apretado en los pulmones y la pluma aferrada entre los dedos. Otras veces las palabras gotean poco a poco mientras yo disfruto del café.
Así comienzan mis textos: un camino, una taza y una libreta.
Más tarde vendrá el tiempo de corregir, de escribir a computadora, de editar, corregir y trabajar de nuevo el texto.
Pero eso será después.
Lo primero son los pasos que me llevan hasta esa terraza en el que me esperan las palabras y los personajes a los que aún no conozco.
